miércoles, 1 de enero de 2014

Así es la RDA (I): Historia, primera parte

PARTE PRIMERA: HASTA EL 13 DE AGOSTO DE 1961.

Tradiciones progresistas

En la historia alemana había progreso y reacción, éxitos pero también derrotas de las fuerzas progresistas. No pocas veces tuvieron las derrotas de los combatientes revolucionarios por un Estado alemán humanista, por la libertad, la democracia y el socialismo consecuencias trágicas para los pueblos de Europa y el mundo.

La República Democrática Alemana rompió radicalmente con todo lo reaccionario, asumió todas las tradiciones progresistas y las desarrolló exitosamente. Se enfrenta a la agitada historia alemana y aprecia todos los aportes progresistas. La RDA está consciente de que los campesinos revolucionarios, la burguesía progresista, el movimiento obrero alemán y en primer lugar, la Liga de los Comunistas, la Socialdemocracia Revolucionaria y el Partido Comunista crearon junto con su lucha por el progreso social de su tiempo las condiciones imprescindibles para la victoria del socialismo en suelo alemán. La RDA conserva las hazañas y las víctimas de la lucha librada durante siglos por la libertad, así como sus tradiciones que se remontan al origen del pueblo alemán.

(...)



Por una Alemania democrática

Junto con la industria capitalista surgió la clase obrera. Carlos Marx y Federico Engels tomaron consecuentemente partido por la joven clase que se desarrollaba y que planteaba por primera vez sus exigencias en la insurrección de los tejedores de Silesia en 1844. Marx y Engels pusieron las ciencias al servicio de su lucha de liberación. Ellos fundamentaron la doctrina del comunismo científico que iba a transformar el mundo y crearon el primer partido proletario, la «Liga de los Comunistas». El Manifiesto Comunista escrito por encargo de la Liga por Marx y Engels en 1847/48, fue al principio un programa de combate de un pequeño grupo de revolucionarios que posteriormente debería encontrar eco en los millones de explotados y oprimidos en el mundo entero.

El pueblo se levantó en la revolución democrático-burguesa de 1848/49, para eliminar el sistema de dominación de la nobleza y superar a la vez la dispersión de Alemania en muchos Estados feudales. Las exigencias más consecuentes las representaba la «Liga de los Comunistas». Aunque la Revolución fue traicionada por la burguesía y vencida por los ejércitos de la contrarrevolución, significaba ella la derrota definitiva del sistema feudal y la imposición del capitalismo en Alemania.
Con el apoyo de Marx y Engels, August Bebel y Wilhelm Liebknecht crearon a fines de los años 60 del siglo XIX el primer partido de masas de los obreros cuya doctrina era el marxismo. El partido de Eisenach (llamado así por el lugar de su fundación) se unió con la Asociación General de Obreros Alemanes fundada por Ferdinand Lassalle, constituyéndose el Partido Obrero Socialista de Alemania. Ni siquiera la prohibición y la persecución ("Ley sobre los socialistas" 1878-1890) lograron detener el avance de la socialdemocracia revolucionaria alemana.

En 1871, después de negociaciones entre el canciller de Prusla, Otto von Bismarck, y los príncipes de Alemania del Sur, surgió el imperio alemán. Este hecho constituyó la creación del Estado nacional burgués en suelo alemán culminándose así la formación de la nación alemana burguesa.
Junto con la fundación del imperio se superó la dispersión territorial, estableciéndose condiciones más favorables para el desarrollo del capitalismo y la lucha de la clase obrera. Pero como este Estado no era el producto de una revolución democrática, sino de «una revolución desde arriba» bajo la dirección de Prusia, se mantenía el predominio del militarismo prusiano y de la aristocracia reaccionaria del campo.

La lucha contra la Guerra, La Revolución de Noviembre

En el Imperio alemán se desarrolló muy rápidamente el capitalismo. Las clases dominantes de Alemania aspiraban a una «redistribución» del mundo a su favor.

Ellas tenían la responsabilidad principal de la primera guerra mundial (1914/18). Con la mentira de que los alemanes tuvieran que defenderse contra «un mundo de enemigos» habían engañado a millones de hombres.

Sin embargo, la izquierda alemana continuaba su lucha. Las palabras valerosas de Karl Liebknecht, cuando decía « iEl enemigo principal está en el propio país!», se convirtieron en su lema. A pesar del terror y la persecución, las fuerzas de la izquierda aclaraban a los obreros el carácter imperialista de la guerra y pugnaban por terminarla mediante una revolución popular.

La Gran Revolución Socialista de Octubre en Rusia en el año de 1917, que inició una nueva época en la historia de la humanidad, encontró un fuerte eco, también en Alemania. En la Revolución de Noviembre de 1918, obreros, campesinos y soldados derrocaron a la monarquía y conquistaron importantes derechos democráticos.

Pero, por causa de la traición de dirigentes derechistas de la socialdemocracia alemana no se logró eliminar el poder de los capitalistas monopolistas, los terratenientes y los militares reaccionarios.

«El emperador se fue, los generales se quedan» se decía sobre la república parlamentaria burguesa de Weimar que surgió en 1919.

En la Revolución de Noviembre se fundó el Partido Comunista de Alemania (KPD). El asesinato de sus dirigentes, Karl Liebknecht y Rosa Luxemburgo en enero de 1919, fue un golpe fuerte para el KPD que todavía era un partido joven. Bajo la dirección de Ernst Thalmann se desarrolló el KPD y se convirtió en un partido fuerte arraigado en el pueblo.

El fascismo hitleriano y la segunda guerra mundial

El KPD advirtió temprano del peligro fascista. Trabajaba por el frente unido de la clase obrera y abogaba por la unión de todos los antifascistas. Para mantener alejados por todos los medios a los fascistas del poder gubernamental, el KPD convocó en 1932 a los socialdemócratas, sindicalistas, cristianos y demócratas burgueses a la acción antifascista.

Pero, algunos dirigentes de la socialdemocracia y de los sindicatos rechazaron todas las ofertas del KPD. Los partidos políticos burgueses cuyos electores votaban cada vez más por el partido nazi, capitularon ante los fascistas.

A fines de 1932, influyentes industriales, banqueros y terratenientes invitaron al Presidente del Reich Paul von Hindenburg a designar al dirigente del partido nazi, Adolf Hitler, como Canciller del Reich. Eso tuvo lugar en enero de 1933.

El programa del partido nazi que tomó el poder gubernamental, era aquel que más correspondía a los intereses de los grupos más reaccionarios del capital monopolista alemán, de los latifundistas y militares. La dictadura fascista avanzaba con un terror sin precedente contra los comunistas y otros antifascistas. Se trazó como objetivo de la política interior, la destrucción del movimiento obrero revolucionario de Alemania, de la política exterior, la dominación del imperialismo alemán sobre el mundo, en particular la eliminación de la Unión Soviética. Todo iba acompañado de una brutal persecución de los judíos.

Los nazis camuflaron sus preparativos bélicos con una difamación anticomunista, antisoviética y antisemita sin ejemplar y una sofisticada demagogia social. Millones de alemanes se rindieron ante la propaganda nazi.

A pesar de ello, antifascistas -sobre todo los comunistas-, socialdemócratas, demócratas burgueses, intelectuales y sacerdotes continuaron la lucha en condiciones indeciblemente difíciles y perseguidos como nunca antes. En la clandestinidad, en los presidios y campos de concentración y en el exilio abogaban activamente por la unión de todos los antifascistas, para derrocar al régimen hitleriano. Ellos vinculaban la resistencia antifascista con la elaboración de concepciones sobre un Estado alemán, democrático y amante de la paz que iba a ser creado una vez que el fascismo hubiera sido eliminado.

El 1° de septiembre de 1939, al invadir a Polonia, la Alemania hitleriana desencadenó la segunda guerra mundial. Puesto que el imperialismo alemán había preparado larga e intensamente la agresión, alcanzó considerables éxitos iniciales. El 22 de junio de 1941 asaltaron los ejércitos fascistas a la Unión Soviética. En la URSS, Polonia, Yugoslavia, Francia, Grecia y otros países, millones de hombres cayeron víctimas del régimen fascista de explotación y exterminio.

Pero más fuertes eran los pueblos que luchaban por su libertad e independencia. Hacia finales de 1941 se formó la coalición anti hitleriana como alianza de los pueblos y gobiernos contra los agresores fascistas. Su fuerza principal la constituyó la Unión Soviética. En el frente soviético-alemán estaban concentrados dos tercios de las divisiones fascistas. Aquí tuvieron lugar las batallas que decidieron la guerra. La lucha heroica del ejército soviético y de los pueblos soviéticos que tuvieron que soportar la carga principal de la guerra y las mayores víctimas, decidieron la victoria sobre los agresores fascistas.

En el mes de julio de 1943 se fundó en la Unión Soviética, por iniciativa del KPD, el Comité Nacional «Alemania libre», cuyos integrantes eran comunistas, socialdemócratas, cristianos, demócratas burgueses, oficiales y soldados del ejército fascista, que habían aprendido las enseñanzas de la historia.

Decenas de miles de los mejores del pueblo alemán cayeron víctimas del terror fascista: Ernst Thälmann, John Schehr, Anton Saefkow, Theodor Neubauer y muchos otros comunistas, socialdemócratas como Rudolf Breitscheid y Wilhelm Leuschner, oficiales patrióticos corno Harro Schulze-Boysen y Claus Graf Schenk von Stauffenberg, cristianos como el prepósito capitular Bernhard Lichtenberg y el profesor de teología Dietrich Bonhoeffer. Con las acciones abnegadas de los antifascistas el honor del pueblo alemán quedó salvado.

Liberación y comienzo democrático antifascista

El 8 de mayo de 1945, los representantes del comando supremo de la Wehrmacht fascista firmaron en Karlshorst, Berlín, el acta de capitulación incondicional. Con la liberación se le brindaba al pueblo alemán la posibilidad de construir una Alemania antifascista y democrática.

Conforme a los acuerdos de la coalición anti hitleriana se formaron en Alemania una zona de ocupación soviética, una norteamericana, una británica y una francesa. Un Consejo de Control Aliado integrado por los comandantes en jefe de las fuerzas armadas de las cuatro potencias ocupantes estableció su sede en Berlín. Tenía por cometido coordinar la acción de las cuatro potencias ocupantes. Los comandantes en jefe ejercían el poder supremo en sus zonas de ocupación respectivas.

Con la autorización de la administración militar soviética, ya en junio de 1945 pudieron iniciar sus actividades los partidos y organizaciones de masas de índole antifascista y democrática. El Partido Comunista de Alemania (KPD) dirigió un llamamiento al pueblo alemán, dado a conocer el 11 de junio de 1945, planteando una solución inmediata para sacar al país de la precaria situación. Llamó a la unidad de la clase obrera y a la unificación de todas las fuerzas democráticas, exigió la liquidación total del fascismo y militarismo. El KPD vinculó la lucha por superar la miseria y normalizar la vida con la brega por una reestructuración antifascista y democrática del país. Fuerzas progresistas en las filas del Partido Socialdemócrata de Alemania (SPD) habían llegado a la convicción, en base a sus experiencias adquiridas durante el fascismo y la guerra, de que la unidad de la clase obrera era necesaria para la transformación democrática de Alemania.

Las amplias coincidencias del KPD y SPD en los objetivos y exigencias principales posibilitaron una estrecha cooperación entre ambos partidos.

Fuerzas burguesas y pequeñoburguesas, entre ellas también cristianos comprometidos, empezaron a organizarse en partidos políticos. A fines de junio de 1945 surgieron en Berlín la Unión Cristiano-Demócrata de Alemania (CDU) y el Partido Liberal-Demócrata de Alemania (LDPD). Las actas constituyentes de ambos partidos se caracterizaron por sus objetivos antifascistas y se pronunciaron a favor de una acción concertada de todos los partidos antifascistas y democráticos.

El KPD, SPD, CDU Y LDPD formaron, el 14 de julio de 1945, un bloque antifascista y democrático (desde 1949 Bloque Democrático) para la lucha común por una Alemania pacífica, antifascista y democrática. Junto a los partidos políticos surgieron las primeras organizaciones de masas: la Confederación de Sindicatos Libres Alemanes (FDGB), la Unión Cultural para la renovación democrática de Alemania así como comités juveniles y femeninos.

Los Acuerdos de Potsdam.

Del 17 de julio al 2 de agosto de 1945 negociaron en Potsdam los jefes de gobierno de las potencias triunfantes URSS, EE.UU. y Gran Bretaña sobre el porvenir de Alemania. Sus resoluciones a las cuales Francia se adhirió posteriormente, estuvieron orientadas a considerar a Alemania como un todo y a erradicar al fascismo alemán con todas sus raíces.

Para tal fin previeron transformar radicalmente las relaciones de propiedad y de poder, la vida social, política, económica y cultural del pueblo alemán, estableciendo relaciones antifascistas y democráticas en toda Alemania. Se comprometió al pueblo alemán a subsanar mediante pago de reparaciones una parte de los daños y perjuicios ocasionados por los fascistas. En interés del afianzamiento de la paz, los Acuerdos de Potsdam adoptaron decisiones sobre la futura frontera polaco-alemana a lo largo de los ríos Oder y Neisse.


La constitución de nuevos órganos de Estado.

Ya en el verano de 1945 se constituyeron nuevos órganos administrativos. Antifascistas eliminaron de las empresas y administraciones a los criminales de guerra fascistas. Probados antifascistas y representantes de todos los partidos asumieron la dirección de los nuevos órganos del poder. Se inició una reforma del sistema judicial y se formó una policía comprometida con los intereses de los trabajadores.

La reforma agraria democrática.

La reforma agraria democrática se llevó a cabo dentro de un período corto (otoño de 1945 hasta 1946). Para tal fin se formaron comisiones de la reforma agraria integradas por más de 52.000 campesinos, obreros agrícolas e industriales. Todos los latifundistas, dueños de fundos mayores de 100 hectáreas, y las tierras pertenecientes a nazis activos y criminales de guerra fueron expropiados sin pago de indemnización, transfiriéndose más de 3,3 millones de hectáreas a un fondo agrario estatal. De este fondo recibieron tierra unos 550.000 obreros agrícolas y reasentados de los antiguos territorios alemanes del Este, obreros, empleados y artesanos, campesinos minifundistas y arrendatarios modestos. Alrededor de 1,1 millón de hectáreas quedaron en manos del Estado. Con éstas se formaron granjas estatales, empresas silvicultoras, instituciones de investigación. Surgió una organización democrática de las masas campesinas: la Asociación de Ayuda Mutua Campesina.

La reforma escolar.

En otoño de 1945 se creó una escuela estatal unificada que garantizaba, por vez primera, los mismos derechos a la educación para todos los niños. 40.000 obreros, campesinos y otros trabajadores jóvenes recibieron cursos acelerados de pedagogía, y se desempeñaron como «maestros nuevos». De las escuelas y universidades fueron expulsados los antiguos profesores fascistas; las direcciones, el cuerpo docente, los programas de enseñanza y el estudiantado experimentaron una renovación democrática. Esfuerzos especiales iban dirigidos a facilitar estudios superiores a los hijos de obreros y campesinos. Con esto se puso fin al privilegio a la educación que durante muchos siglos había sido exclusivo de las clases pudientes.

El renacer cultural.

La prensa, la radio, la cinematografía, las editoriales, los teatros y museos fueron depurados del nefasto espíritu fascista y racista y transferidos a la propiedad del pueblo. Se volvió a dar acceso al pueblo a las obras del patrimonio cultural nacional, algunas de ellas por vez primera en su contenido no falsificado (Lessing, Goethe, Schiller, Heine). Escritores antifascistas tales como Johannes R. Becher, Bertolt Brecht, Willi Bredel, Heinrich y Thomas Mann, Anna Seghers, Erich Weinert ayudaron considerablemente a educar gran parte de la población en el espíritu democrático.

La Unión Cultural fundada por intelectuales progresistas (en 1946) se ha ido convirtiendo en una organización cultural central.




La fundación del PSUA.

Mientras que la lucha por la unidad de la clase obrera sufrió los primeros reveses en las zonas de ocupación occidentales, los obreros de la zona de ocupación soviética exigieron cada vez con mayor energía la fusión del KPD y SPD en un partido revolucionario único.

En la unidad de acción durante la constitución de nuevos órganos de Estado, en la reforma agraria, en la reforma escolar se fue consolidando la confianza mutua. Los comunistas y socialdemócratas reconocieron progresivamente que en la unidad radica la fuerza. Ambos partidos resolvieron crear un partido unificado. El camino a seguir y el carácter del partido unificado fueron fijados en el documento «Principios y objetivos del Partido Socialista Unificado de Alemania» y en los estatutos del partido.

Los 21 y 22 de abril de 1946 se reunieron en Berlín 548 delegados socialdemócratas y 507 comunistas, adoptando la resolución, por unanimidad, de fusionar al KPD y al SPD en el Partido Socialista Unificado de Alemania. Salieron electos presidentes con igualdad de atribuciones Wilhelm Pieck (KPD) y Otto Grotewohl (SPD).

La creación del sector de propiedad del pueblo de la industria.

Sobre la base de un plebiscito (30 de junio de 1946) fueron expropiadas en la zona de ocupación soviética 9.281 empresas, entre ellas 4.000 empresas industriales de los nazis activos y criminales de guerra, sin otorgarles indemnización alguna. Entre las expropiadas figuraron todas las grandes empresas y antiguas fábricas de armamentos en la zona de ocupación soviética. Las empresas expropiadas pasaron a ser propiedad del pueblo y formaron la base del poder económico de la clase obrera.

Los partidos que colaboraron con el PSUA experimentaron un desarrollo progresista. En 1948 habían surgido el Partido Campesino Demócrata de Alemania (DBD) y el Partido Nacional-Demócrata de Alemania (NDPD), otros dos partidos con influencia en las masas. Dichos partidos, la Confederación de Sindicatos Libres Alemanes (FDGB), la Juventud Libre Alemana (FDJ) así como la Unión Democrática de Mujeres de Alemania (DFD) fueron admitidos en el Bloque Democrático.

La división de Alemania.

En todas las zonas de ocupación, los comunistas y antifascistas concentraban sus esfuerzos en la renovación antifascista y democrática. Las potencias ocupantes en las zonas occidentales, sin embargo, dejaban intactas las posiciones del poder económico de los monopolios alemanes. Prohibieron cualquier iniciativa dirigida a expropiar a los criminales de guerra y fascistas activos.
En 1947, los EE.UU. Gran Bretaña y Francia orientaron, junto a políticos burgueses y socialdemócratas derechistas, a la división de Alemania. Los EE.UU., y Gran Bretaña anunciaron en septiembre de 1946 la unificación de sus zonas en una bizona. En junio de 1948 se efectuó en las zonas occidentales una reforma monetaria separada (revalorizando el marco alemán -DM- en base al dólar norteamericano). Cuando en septiembre de 1949 se formó un gobierno federal con Konrad Adenauer como Canciller Federal, quedó consumada la división de Alemania. Al formarse la República Federal de Alemania se violaron los Acuerdos de Potsdam.

La fundación de la RDA.

Con la creación de un Estado separado germano occidental había surgido una situación nueva. La RFA reclamaba ser el único Estado sucesor del Reich Alemán y representante de todos los alemanes. La clase obrera y sus aliados en el Este de Alemania necesitaban un propio Estado soberano para asegurar las conquistas de la transformación antifascista y democrática.

El 7 de octubre de 1949 se reunió en Berlín el Consejo del Pueblo Alemán, órgano directivo del movimiento del Congreso Popular para la unidad y la paz justa. Personificaba la alianza política entre la clase obrera y todas las capas del pueblo. Sus integrantes resolvieron unánimemente constituirse como Cámara del Pueblo de la República Democrática Alemana. Se puso en vigor la Constitución y se constituyó el gobierno. A propuesta de todas las fracciones, la Cámara del Pueblo eligió a Wilhelm Pieck Presidente del Estado. Otto Grotewohl, Primer Ministro, presentó al gobierno. Este fue integrado por militantes del PSUA y de los demás partidos del Bloque Democrático. Las funciones administrativas hasta la fecha ejercidas por autoridades militares soviéticas fueron transferidas al nuevo gobierno.

La fundación de la RDA constituye algo completamente nuevo en la historia alemana. Por primera vez surgió un Estado autónomo, independiente, creado por la propia clase obrera y todos los trabajadores. En su primera declaración, el gobierno de la RDA se manifestó por la paz, por el progreso social, por la amistad con la Unión Soviética y todos los pueblos amantes de la paz.
En 1950 fue concluido el acuerdo entre la RDA y Polonia sobre la delimitación definitiva de la frontera a lo largo de los ríos Oder y Neisse, fijada en los Acuerdos de Potsdam.

Casi simultáneamente a la RDA surgió el Frente Nacional, un amplio movimiento popular y democrático. Desde su formación ha sido una forma de la alianza entre la clase obrera y todos los grupos sociales de la población de la RDA. El Frente Nacional consideró como su tarea fundamental trabajar por el fortalecimiento de la RDA y la reunificación de Alemania sobre la base democrática.

La creación de las bases del socialismo.

Una de las tareas más importantes del poder obrero y campesino era la construcción de una economía potente. Era menester eliminar las grandes desproporciones en la industria que provenían del pasado y habían crecido con la división de Alemania.

Con la ayuda de la Unión Soviética se montó en el curso del primer plan quinquenal (1950-55) una base metalúrgica, se amplió la fabricación de maquinaria pesada y se empezó a construir una flota mercante. En la segunda mitad de la década del 50 surgieron potentes centrales eléctricas. Se extendieron la base de materias primas y la industria química. En 1950, la RDA se incorporó al Consejo de Ayuda Mutua Económica (CAME). Dicha afiliación fue una premisa fundamental para el surgimiento y desarrollo posterior de la economía nacional de la RDA.

Las Cooperativas de Producción Agropecuaria (LPG).

En 1952 surgieron cooperativas de producción agropecuaria. Así se encauzó el paso de la producción agraria individual a la producción agraria socialista a gran escala. Por medio de esa evolución se mejoraron el abastecimiento con productos alimenticios y se fue superando el atraso en el campo. Todos los problemas relacionados con el de las cooperativas eran discutidos con los campesinos cooperativistas. En 1960 se había consumado el paso completo a la producción cooperativa.

Las Cooperativas de Producción Artesanal (PGH).

Asimismo se formaron las primeras Cooperativas de Producción Artesanal (PGH). Comerciantes minoristas y el comercio estatal concluyeron contratos a comisión. Dueños de empresas privadas industriales, de construcción o transportes admitieron al Estado como socio de las mismas. Así se incorporaba incluso a estas capas de la población en la construcción socialista.

Las Facultades obrero-campesinas (ABF), establecidas en 1949, hicieron una gran contribución a la formación de una intelectualidad socialista. Hasta comienzos de los años 60, unos 30.000 jóvenes obreros y campesinos se prepararon en dichos establecimientos para cursar estudios universitarios.

El desarrollo de la economía nacional hizo factible mejorar el nivel de vida del pueblo. Entre 1950 y 1960 se duplicaron con creces los ingresos reales de los trabajadores. En la industria, transportes y telecomunicaciones se redujo, en 1957, el horario laboral a 45 horas por semana, sin disminución del salario. El rearme de la RFA y su incorporación a la OTAN (1955) cimentaron la división de Alemania. En mayo de 1955, los países socialistas de Europa firmaron el Tratado de Varsovia sobre la amistad, cooperación y ayuda mutua. Desde 1956, el año de su creación, el Ejército Popular Nacional forma parte de la Organización del Tratado de Varsovia.

Así, la RDA y la RFA llegaron a ser componentes de los dos sistemas mundiales opuestos, desarrollándose en adelante sobre bases sociales irreconciliables.

Tras fallecer el Presidente Wilhelm Pieck, el 7 de septiembre de 1960, la Cámara del Pueblo resolvió constituir un Consejo de Estado equivalente a una jefatura colectiva de Estado. Presidente del mismo fue elegido Walter Ulbricht, Primer Secretario del Comité Central del PSUA. Fueron designados miembros del Consejo de Estado representantes de todos los partidos y organizaciones de masas.

La construcción socialista en la RDA sufrió un enorme daño económico y político debido a que la frontera con la RFA y Berlín (Oeste) estaba abierta. El 13 de agosto de 1961, el Ejército Popular Nacional, las Milicias Obreras, formadas en 1953, y otras fuerzas armadas de la RDA asumieron el control de la frontera. Dicha operación se llevó a cabo previo acuerdo con los demás Estados del Tratado de Varsovia.

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