PRECIOS Y SALARIOS
1. ¿La política de estabilidad de precios es sostenible por mucho tiempo más?
2. ¿Cómo han evolucionado los salarios en los diez años últimos? ¿Cómo está estructurado un presupuesto familiar promedio?
3. ¿Reciben asignaciones especiales los grupos ocupacionales de bajos ingresos?
1. ¿La política de estabilidad de precios es sostenible por mucho tiempo más?
Se trata de un elemento importante de la política económica y social de la RDA: hace 30 años que permanecen fijos los precios de los productos de primera necesidad como el pan, la carne, las papas, el arroz o la leche; los alquileres no varían desde hace décadas, ni tampoco el costo de la cale-facción, la energía eléctrica, los transportes y otros servicios públicos. Cabe señalar que se trata de los precios al consumidor, que reciben subvenciones provenientes del presupuesto nacional.
Los artículos recién lanzados al mercado como, por ejemplo, un moderno radiocassette o una bicicleta último modelo o un nuevo producto químico para la limpieza del hogar, es decir, artículos que llenan las crecientes necesidades del público consumidor y poseen mejores cualidades son tasados nuevamente en función de su nueva calidad. La Oficina de Precios examina y fija cada nuevo precio, excluyendo así carestías injustificadas o arbitrarias.
A medida que asciende el nivel de vida y el consumo, a medida que mejoran las condiciones de vida y de vivienda van subiendo las asignaciones públicas destinadas a estabilizar los precios, los alquileres y las tarifas. Eso se nota analizando el presupuesto nacional. Y esa política es factible de mantener, pues también siguen en aumento las aportaciones de la economía, sobre todo de la industria. Así es posible financiar las subvenciones a base de las crecientes utilidades que percibe la industria propiedad del pueblo.
2. ¿Cómo han evolucionado los salarios en los diez años últimos? ¿Cómo está estructurado un presupuesto familiar promedio?
Los ingresos laborales (sueldos y salarios) de obreros y empleados han crecido en general en un 27,9 por ciento de 1974 a 1984. En ese mismo lapso, los salarios de los obreros de la producción subieron en el 29,4 por ciento. Computado desde 1970, el aumento resulta aún más impresionante: para los obreros industriales y para obreros y empleados en general representa un 45 por ciento. Y, como queda dicho, sin alterar los alquileres, las tarifas para energía eléctrica y transporte, manteniendo fijos los precios de los productos de primera necesidad.
Izda..: centro comercial reconstruido de Halle. Dcha.: Avenida Unter den Linden de Berlín con el puente Marx-Engels
El presupuesto de una familia en que trabajen ambos cónyuges cubre por término medio 1.800 marcos netos (1984), es decir, los ingresos una vez descontados los impuestos sobre el salario que ascienden a un 20 por ciento como máximo y el seguro social y de jubilación que no pasa de 120 marcos para los dos. De esos 1.800 marcos, un promedio de 50 marcos se destina a los alquileres y 30 marcos al fluido eléctrico, el gas y la calefacción. En impuestos y seguros para el auto o la moto, en seguros de vida o de menaje, contribuciones y lotería se consumen por lo general otros 150 marcos. En la Caja de Ahorros se deposita un promedio de 180 marcos (incluyendo la amortización de empréstitos). De los 1.390 marcos restantes se gastan unos 500 marcos en comestibles, incluido el almuerzo en el centro laboral más la comida y la leche para el hijo (este cómputo se basa en una familia con un solo hijo) en el jardín infantil o en la escuela. En tabaco, alcohol, café o golosinas se gastan unos 180 marcos. Otro rubro considerable con 580 marcos es el del vestido y los artículos de consumo duradero. Noventa marcos se reparten en gastos para fines culturales, como son la compra de libros y discos, idas al teatro, al cine, a los restaurantes o clubes nocturnos, y para recreación. Los 40 marcos restantes se van en pasajes, composturas y similares.
Los aumentos de sueldo o de salario sirven principalmente para facilitar la compra de artículos de consumo duradero. La proporción de hogares dotados de lavadoras, refrigeradoras o televisores alcanza hoy poco menos del ciento por ciento. El 44 por ciento de los hogares poseen un auto.
Ingresos mensuales promedio en los hogares de obreros y empleados
(en marcos)
Nº de personas
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1970
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1975
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1980
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1983
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1 persona
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535
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713
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778
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881
|
2 personas
|
928
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1.194
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1.340
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1.482
|
3 personas
|
1.121
|
1.442
|
1.589
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1.768
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4 personas
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1.209
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1.556
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1.720
|
1.913
|
5 personas
|
1.287
|
1.746
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1.968
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2.205
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3. ¿Reciben asignaciones especiales los grupos ocupacionales de bajos ingresos?
Tocante a los trabajadores que perciben una remuneración inferior al promedio salarial presente de obreros y empleados (1984 = 1.100 marcos), ellos no reciben ayudas especiales. Los alquileres bajos (del tres al cinco por ciento de los ingresos familiares por término medio), los bajos precios de los productos de primera necesidad y de las tarifas garantizan una existencia normal aún a quienes ganan menos. (Añádase a ello que los ingresos bajos no están sujetos a impuestos o lo están en grado ínfimo.)
Las familias de prole numerosa y las madres solas reciben ciertas ayudas suplementarias que las alivia en lo financiero (sin contar que toda viuda recibe una pensión de orfandad por cada hijo y toda divorciada recibe alimentos del padre de sus hijos en función de sus ingresos). Esas ayudas comprenden, por ejemplo, comida escolar gratis para los niños, lavado gratuito de ropa blanca y asignaciones para la compra de ropa infantil. A eso se viene a sumar una serie de prestaciones especiales de las empresas y del sindicato, como plazas vacacionales gratuitas en las casas de descanso, curas de reposo y en ciertos casos asignaciones en efectivo provenientes del sindicato. Esos beneficios no son auxilios de emergencia, pues nadie los necesita, toda vez que percibe ingresos regulares por su labor. Ellos vienen a reflejar más bien el respeto y el reconocimiento que siente la sociedad hacia dichas familias. Ese respeto se traduce además en el hecho de que esas familias tienen la preferencia a la hora de repartir las viviendas más confortables y espaciosas, de las cuales nadie puede o quiere desalojarlas, incluso por consideración a los niños.
Otras ayudas especiales van destinadas a los jubilados, quienes figuran entre los grupos de bajos ingresos a pesar del aumento reiterado de sus pensiones en los años recientes. Ellos no pagan impuestos y están asegurados gratuitamente contra enfermedades. A ellos no les cobran impuestos por la radio o la televisión, pueden viajar con pasajes rebajados, si lo necesitan reciben atención gratuita a domicilio y un almuerzo barato de parte de la «Volkssolidaritát» («Solidaridad del Pueblo», una organización especial para gente de edad avanzada). La plaza en un hogar de ancianos o de cuidados intensivos resulta baratísima; incluyendo alojamiento, comida y atención médico-sanitaria no pasa del 30 por ciento de la pensión actual de vejez.
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