En la R.D.A. Christian Lorenz a.k.a Flake tocaba en la banda punk Feeling B, que más tarde se convertiría en Rammstein. Ahora él acaba de juntar un libro con unas viejas grabaciones, fotos y documentos de la Stasi. Flake habló con Morgenpost.de sobre fiestas punk, casas ocupadas y la acusación de Rammstein de ser nazis.
Si buscan elementos humorísticos en un show de Rammstein, presten atención a Christian "Flake" Lorenz. Él es el flaco de 41 años que está en la parte de atrás, haciendo ruidos raros con su teclado. Aprendió ese rol cuando tocaba en Feeling B ("Wir wolln immer artig sein!..." de la canción ‘Artig’). La banda estuvo en activo desde 1983 hasta el 2000, cuando su cantante murió.
Aljoscha Rompe, un suizo que creció en Berlín del Este y en Hiddensee, hizo de Feeling B la banda más popular de la RDA. Aún después de la desaparición de la RDA, y después que Paul Landers y Flake fundaran Rammstein en 1994, Feeling B siguió en activo.
Siguió siendo una (políticamente) inclasificable borracha y divertida banda punk con un amor extraño por la música folclórica-medieval. Las diferencias que puede haber hoy en día entre Feeling B y Rammstein puede que sean las mismas que hay entre la antigua RDA y la República de Berlín (La República de Berlín es una de las denominaciones que recibe la Alemania reunificada con capital en Berlín)
Morgenpost.com: Porqué se te ocurrió de repente indagar en la quilombera precuela de Rammstein?
Flake: No se muy bien que me estaba pasando. Todo el mundo hablaba del punk de la RDA, y cada banda punk del este estaba escribiendo un libro o filmando una película. De todos modos las viejas cintas de Feeling B tenían que ser ‘trabajadas’, de otra forma se hubieran echado a perder. Y aunque suene a excusa, es una buena razón: Rammstein estaba en un largo periodo de vacaciones.
M: Y qué estás haciendo ahora?
F: Digitalizando las cintas.
M: la pregunta era en un sentido más amplio…
F: Está bueno sentirse joven y despreocupado de nuevo por un par de horas.
M: De qué se resiente ese ‘despreocupamiento’?
F: del paso del tiempo. Después de la caída del muro todo empezó a ser madurez y seriedad. El sentido de nuestra música se había ido, también. En contra de qué estábamos cantando? Nosotros nunca hubiéramos gritado ‘Bullenschweine!’ (término peyorativo para ‘policía’), eso ni hablar. Nosotros nunca estábamos enojados. No nos molestaba nada. Nos gustaba todo, nos divertíamos. Más adelante apareció el término ‘FunPunk’ (komischpunk), que a mí la verdad siempre me resultó raro.
M: Raro?
F: No se, la palabra ‘komisch’ siempre me hizo ruido, me da mala vibra.
M: Pero en R+ sos vos quien hace el papel ‘funny’ (komisch), el que pone un poco de humor a la cosa.
F: si, pero esa no fue la razón por la cuál empecé a tocar el piano.
(acá habla de lo caros que eran los teclados en la RDA)
M: Como podían unos amateurs como ustedes tocar sin licencia?
F: La gente de la FDJ (Freie Deutsche Jugend = un especie de comité alemán de la juventud) y de la kulturbund (asociación cultural) no eran todos una mierda. Uno de ellos de hecho era nuestro fan. Cuando tocamos para ellos no éramos profesionales pero éramos convincentes. Y tuvimos suerte: los pibes que tocaron antes que nosotros eran un aburridísimo dúo de guitarra. Entonces nos tocó a nosotros. Prendimos un proyector, pusimos un show de luces y fuimos como un soplo de aire fresco. El jurado estaba contento.
M: al final Feeling B produjo un disco para la discográfica oficial del estado, ‘Amiga’. Había un dibujo de una salida de emergencia en la tapa del disco.
F: el disco salió después de la caída del muro, en 1989. Solo había un productor ejecutivo que cada tanto entraba y salía, checkeaba un poco qué estábamos haciendo, capaz que cambiaba alguna palabra… A él no parecía importarle mucho lo que hiciéramos.
M: el nombre de tu segunda banda parece tontamente provocador: Magdalene-Keibel-Combo. El Stasi estaba situado sobre la calle Magdalene (Magdalenenstraße) y el departamento de policía estaba sobre la calle Keibel (Keibelstraße). Tuvieron algún problema con eso?
F: No, nunca se dieron cuenta.
M: pero era más que obvio.
F: Si, y hasta teníamos posters de la banda que pensamos que nos iban a meter en problemas. Secretamente nos decepcionamos un poquito. Una vez estábamos en un concierto y alguien preguntó: ‘Cuándo toca Magdalene?’ y el público pensó que éramos una bandita de chicas. Así que no tuvimos el resultado deseado, seguramente porque no todo el mundo tiene una historia personal con los nombres de estas calles.
M: Pusieron en riesgo su admirada ‘mala reputación’ por recibir una licencia y hacer un disco?
F: No, los músicos ‘de verdad’ siempre pensaron que éramos una mierda. Por eso nunca perdimos ninguna clase de credibilidad. Y sin la licencia solo hubiéramos podido tocar en bodas, y nosotros éramos una banda para tocar en fiestas.
M: Hubo dos periodos de punk en la RDA. El primero iba desde 1979 hasta el ‘84. Y entonces la escena se ‘pacificó’ por medio de los arrestos, la emigración, las redadas del ejército, y el punk fue declarado oficialmente una cultura ‘diferente’. A cuál de éstos dos periodos pertenecería Feeling B?
F: No al segundo. Nosotros no nos sentíamos culpables de nada. Y comparados con los primeros punks, nosotros éramos meros payasos.
M: A pesar de la rigidez con que se veía a lo ‘antisocial’, era fácil tener una vida bohemia?
F: Absolutamente. Nadie decía: ‘Soy antisocial’. Fingías tener contrato, mantenías un trabajo como jardinero en un cementerio, y listo. Era una vida sin preocupaciones.
M: Siendo punk no solo tenías al Estado como enemigo, si no que además tenías en contra a los ‘activistas por los derechos de los ciudadanos’ y a los fans del blues. Oponentes más serios que simples abuelitas asustadas.
F: Por eso yo hago una fuerte división entre el punk del este y el del oeste. Los que decidían hacer punk en el este, e iban en contra de todas estas cosas, realmente valían la pena.
M: Aljoscha Rompe, (el cantante, que murió en el 2000) tenía pasaporte suizo, así que era un privilegiado.
F: pero él siempre fue coherente. Siempre usó sus privilegios a favor de la banda. Y nos hizo un gran favor cuando nos dijo que no fuéramos al oeste, como solían hacer las bandas semi-underground como la nuestra. Aljoscha nos decía: No saben lo afortunados que son acá. Nos lo decía todo el tiempo. Y eso que él solía viajar al oeste todo el tiempo; no tenía que vivir en el este.
M: Feeling B vivía en casas ocupadas. Cómo era eso?
F: Aljoscha iba, entraba en una casa y decía: ‘Ésta casa ahora me pertenece’. Eso fue entre el ’89 y el ’90, durante una especie de época anárquica donde nadie negaba nada a nadie. Fue un periodo de tiempo muy corto. Después de la unificación eso terminó.
M: Una de tus piezas se titula "Wieder keine Zeit" (otra vez sin tiempo?) Si había algo de lo que tenías suficiente, era tiempo.
F: Exacto, eso es lo que quería decir.
M: Cuánto de Feeling B quedó en Rammstein?
F: La mitad: Schneider, Landers y yo. Tres contra tres.
M: Rammstein fue malinterpretado políticamente?
F: Claro. Eso fue un shock. En esa época éramos un poco vagos para tratar con la prensa. Lo único que teníamos en claro era que queríamos diferenciarnos del resto.
M: Las acusaciones de flirtear con una estética Nazi de una manera despreocupada y provocativa, vinieron principalmente del Oeste?
F: Si, y nosotros apenas si podemos entender esta ‘sensibilidad’ que tienen. En el este la gente era más amigable con nosotros gracias a nuestro pasado en feeling B. Y no nos tomaban tan en serio, tampoco.
M: Éste ‘reencuentro’ con tu historia es un intento de explicarte?
F: No. Tenía un par de canciones viejas e inéditas y una especie de booklet enorme, que sería el libro.
M: También incluye unos archivos de la Stasi. Mayoritariamente benévolos. Te sentís malinterpretado?
F: Los que nunca tuvieron un archivo de la Stasi se sintieron decepcionados.
Supongo que mucha gente nos protegió, reportó cosas positivas y se guardó las cosas malas. De otra forma, me hubieran tenido que arrestar.
M: Así que no perdiste ningún amigo?
F: Trötsch (músico de la banda Die Firma) solía manejar las cosas de cierta manera, así que no, no tengo problemas con él. Seguimos siendo amigos.
M: Y este ‘memoriam-package’ de Feeling B para quién es?
F: Probablemente para mí solo. Es una cosa muy egoísta. Ningún ‘pedazo de la historia de la música ultra-vanguardista’ y esas cosas. Cuando el muro cayó había tal frenesí en el Este que éste periodo de tiempo se está redescubriendo recién ahora. Nadie le prestó atención en su momento. Todo lo que importaba era el veloz BMW.
M: E inmediatamente fundaste una banda titánica, el BMW de las bandas de rock.
F: Qué linda forma de decirlo. Si, estábamos ocupados.
M: En ese tiempo Feeling B estaba buscando a la RDA (por la canción ‘Ich such die DDR’ – ‘estoy buscando a la RDA y nadie sabe dónde está´…’)
F: Yo realmente amaba a la RDA, con todas sus peculiaridades. Cuando se fue en cierto modo me puse triste.
No hay comentarios:
Publicar un comentario