EL CONTEXTO POLÍTICO (A)
La República Democrática de Alemania (en adelante, RDA) fue fundada formalmente como el Estado de “obreros y campesinos” en 1949, hasta su anexión a la RFA en 1990. Un Estado nacido de las ruinas del nazismo (como dice su soberbio himno Auferstanden aus Ruinen) y también como consecuencia de la división acordada por las cuatro potencias vencedoras de la II Guerra Mundial, donde se estableció un pacto para que el sector oriental estuviese bajo control de la Unión Soviética y el otro ya sabemos por quién. Un Estado, la RDA, definido como socialista y antifascista en contraposición a la Alemania Federal que encabezó Konrad Adenauer, un personaje belicoso y anticomunista que se había puesto el guiñolesco traje de demócrata (como tantos muchos) pero que no dejaba en mal lugar al partido nacionalsocialista, puesto que bajo su mandato parasitaron en su país las garrapatas del nazismo durante infinidad de años, sobre todo en puestos claves de la administración (que según quienes trabajaban allí “era un hervidero de nazis”). Adenauer, en la definición de Walter Ulbricht (el presidente de la RDA), era el perfecto reaccionario que necesitaba la “nueva” Alemania Federal; “un nostálgico del imperio Carolingio, de los Caballeros Teutónicos y del clericalismo medieval”. En la Alemania de Adenauer también hubo cabida para infinidad de nazis que trabajaron en el espionaje (el servicio secreto BND) en puestos políticos locales (por ejemplo, alcaldías) y en empresas (el intransigente y agresivo presidente de la patronal alemana Hans Martin Schleyer, ejecutado por la Fracción del Ejército Rojo alemán, en 1977, había sido un nazi convencido). Todos escalaron puestos a velocidad de vértigo en la “nueva” Alemania capitalista. Es lo que tenía una “transacción” “modélica” de la postguerra, pilotada por un derechista que fue comprensivo con el nazismo al igual que lo fueron los políticos españoles (Felipe González o el PCE carrillista) con el franquismo.
Antes de su constitución como Estado socialista, en la RDA se habían celebrado elecciones donde la unión de dos partidos (el socialista y el comunista) se hicieron con una amplia mayoría, por delante de los cristiano demócratas que luego, voluntariamente, se negaron a participar en el nuevo escenario político de la RDA, visto que la coalición de izquierdas empezaba con las expropiaciones del capital de Hitler (empresas como Krupp, Siemens, etc..). Expropiaciones que contaron con el apoyo de buena parte del pueblo alemán oriental en los “länder” donde hubo plebiscitos. Por supuesto, aquéllas elecciones no fueron supervisadas por eso que llaman “observadores internacionales” enviados por la CIA.
Pero vayamos (al menos momentáneamente) al grano musical que es lo que cuenta en esta entrada. La cultura en la RDA tuvo unos exponentes de primerísimo nivel: desde Bertolt Brecht, Anna Seghers oChrista Wolf, en las letras, hasta la música culta con Paul Dessau o Hanns Eisler (el autor del himno de la RDA). Por no hablar de instituciones musicales como las orquestas Staatskapelle Dresden,Staatskapelle Berlin y Sinfónica de la Radio de Leipzig, cantantes de ópera como el tenor Peter Schreier o directores como el gran Herbert Kegel ¿Y, en los sonidos menos “comprometidos” o “trascendentes” (musicalmente hablando) del folk, pop o rock? Hubo mucho y bueno…y también cosas menos apetecibles, como en todas partes. Aquí no teníamos ni idea de lo que se cocía musicalmente en la RDA, salvo lo que provenía de la otra Alemania, la Federal (con sus grupos Kraftwerk, Tangerine Dream, Einstürzende Neubauten, los comercialoides Alphaville); si acaso algún grupo aislado de la RDA, no más. El Este musical pop era prácticamente un desconocido ignoto,. Muchos de aquellos grupos o solistas, sin embargo, eran bien conocidos en Alemania Occidental y en otros países de Europa, por evidente cercanía y porque tal vez les interesaba captar a algún que otro disidente para la causa. Lo cierto es que algunos de los músicos que iniciaron su carrera en la RDA recalaron posteriormente en el país vecino sin alcanzar, ni mucho menos, el éxito precedente que consiguieron en la RDA, caso, por ejemplo, del actor y cantante Manfred Krug.
La aportación pop-rock en la RDA socialista, en comparación con otros países del Este Europeo, fue abrumadora y, sobre todo, en excelencia musical, inclusive superior a muchas glorificadas bandas rock y solistas del Oeste (de España mejor no hablar, dominada por la canción melódica pastelera y ritmos sonoros tan mediocres como vomitivos, salvo las excepciones dignas que todos sabemos). Hay quien habla de influencias procedentes de la cercana RFA. Lógico, si tenemos en cuenta que era bastante fácil captar las emisoras de radio y tv al otro lado del Muro. Mientras, en el capitalismo del Oeste grupos británicos o norteamericanos eran publicitados “ad nauseaum” por las multinacionales y programados machaconamente en las radiofórmulas, con métodos bastante mafiosos, todo hay que decirlo (me acuerdo ahora de Peter Frampton y su Show Me the Way) competían en calidad y medianías.
Cuanto más sonaban algunas de esas músicas más daba la “sensación” de convertirse un bodrio de canción en una pieza de culto. Por mencionar algunos grupos de entonces que me parecían de una ramplonería insultante, cuando no directamente infumables (lo siento si algún fan-ático se me incomoda): Queen, si, el de esa insoportable vedette exhibicionista llamada Freddie Mercury, los aburridos Yes, Génesis, Slade y otros del glam-rock, etc, etc.. Por supuesto, estaban (en los setenta) gente como Deep Purple, Aerosmith, Uriah Heep, Thin Lizzy o Led Zeppelin…y en los ochenta las joyas de todos conocidas…Pero siempre con un gran aparato publicitario capitalista por detrás, que también ayudaba lo suyo.
La paranoia occidental con la “Stasi”: un bulo propagandístico creado por la CIA y el BND
En definitiva, en la RDA se hacía rock y pop del bueno, aunque algunos pensasen en su declarada miopía musical que en el Este socialista sólo había coros y danzas del ejército, o bien se hacía rock de verbena. Y aunque otros, en el rizo conspiranoico más propagandístico viesen (y siguen viendo) la mano negra de laStasi (el servicio secreto alemán oriental) hasta en las baquetas de los grupos musicales, deformando, de este modo, la cultura musical pop de aquél país. Que la hubiera, o no, poco o nada influyó en el resultado artístico final de esas bandas. Pero, a “sensu contrario”…¿por qué esos “agit prop” del “todo era Stasi” no se preguntan o analizan el por qué el servicio secreto alemán occidental, el BND, estaba trufado de nazis, por qué no creer que espiaba a los grupos de rock de la RFA, por qué no se preguntan por las conexiones del BND con la dictadura franquista o por sus implicaciones recientes en los crímenes de grupos neonazis? ¿O, simplemente, como ejecutores silenciosos de los asesinatos cometidos contra presos en las cárceles alemanas federales en los años setenta?
Es decir, el BND occidental tenía en su haber cosas bastante más gordas que lo que pudo hacer la Stasi y además reclutaba nazis (al igual que hizo la CIA). ¿No sería que la Stasi se limitaba a defender a su país ante el acoso a que estaba siendo sometida? La Stasi espiaba a los ciudadanos “sospechosos”…”disidentes”. Me parece fatal. Muy mal hecho. En Occidente sabemos que esas cosas no pasan (ironía)…pero ¿que ha hecho, por ejemplo, la CIA durante toda su existencia? Espiar a sus ciudadanos, asesinar, torturar, secuestrar…financiar a terroristas (recientemente, Siria) a escuadrones de la muerte (Latinoamérica) o a dictadores sangrientos….Y, supuestamente, el país al que representa es el referente de la democracia en el mundo. No te jode con la Stasi, cuando tenemos a la Gestapo-NSA norteamericana controlando a todo el planeta, literalmente, y con la complicidad de sus lacayos europeos. Si hay que hablar, se habla en condiciones. Pero sólo hay “StasiLand” y otros libelos anti RDA. Críticas descarnadas desde la Alemania “reunificada” hacia la Alemania del Este (en el cine y en los medios) y ni una sóla revisión crítica, permanente, contra el nazismo y sus silenciosos tentáculos, los cuales penetraron por la puerta falsa en todas las estructuras político-económicas de la RFA y con los que este país tan estupendamente convivió en los años de la postguerra y bastante bien entrado el siglo XX.
Simplemente: nunca toleraron que una parte de Alemania fuese socialista durante cuarenta años. Y llevan más de veinte pidiéndoles el cuerpo revancha. Exactamente lo que no hicieron contra el nazismo.
Extraido de: http://uraniaenberlin.com/
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